Evitar y contrarrestar la información de salud engañosa es una de las principales preocupaciones de la comunidad científica y médica. Sin embargo, desenmascarar a desinformación es un reto más difícil de lo que parece. El hecho de que un usuario considere cierta o no la información de ciencia y salud depende más de razones psicológicas que de la educación científica, por tanto, una vez una información se establece como cierta, la desmitificación es difícil de lograr. Es más, hay evidencias de que cuando una información precisa es presentada junto con un marco de contrario, la presencia de desinformación provoca que la gente deje de creen completamente en los hechos.
El objetivo de este proyecto es ofrecer a los usuarios una herramienta para acceder a información contrastada sobre los bulos que circulan en redes sociales para evitar su consolidación. Para ello, se desarrollará una aplicación muy intuitiva destinada para el target del proyecto: la población mayor de 65 años que ha accedido a Internet en una etapa tardía. Como demuestra un estudio reciente, este es el grupo de población que comparte más artículos de dominios con fake news.